21.8.13

no quiero hablar
de esto
con ustedes

aunque tengan que ver, y mucho

no me importa si, de repente
se dieron cuenta
que del otro lado de un mundo estaba yo

si de repente, siquiera
se enteraron
de mis cinco años enjaulada

no me importa que sientan
que todo lo que hacen
es para hacerme bien

no me importa que les caiga mal que duerma la siesta a las siete de la tarde
o que hable con uno sobre el otro

no es importante porque
la que llama los lunes temprano
soy yo
para el viernes ya estoy por el piso

no me importa
que tengan una linda casa
en un lindo barrio
con un lindo auto
ni tarjeta de crédito

tampoco me importa que me digan
que mis fotos son una mierda
y que escribo pornografía barata
porque probablemente tengan razón

lo que no me importa, definitivamente es su juicio de valor estético
ético-moralista-kantiano-freudiano ridículo
que sólo se aprehende siendo idiota

ni que me quieran a esta altura
porque no me quisieron cuando más lo necesitaba: cuando menos les gustaba
ni cómo criaron al resto de sus hijos, después de todo: ellos no son yo y tampoco les gusto

no me importa porque mi vida
es un accidente
de domingo a la tarde y de verano
borrachos en buenos aires
pensando que lo que les faltaba
era decorarse a sí mismos.
me gustaría ser tenue
tal vez menos
irritante

hablar menos de mí
para hablarte a vos
o simplemente escucharte

y no recaigo
en ese 'simplemente' insignificante, no
le veo toda la delicadeza posible

carajo, está tan bien escucharte
(teniendo en cuenta que ser y estar eran lo mismo)

y mi vida sucede mucho
y hace mucho
sin la tuya
es más: nunca pasé por ahí

todavía no salí a buscarte
todavía no me bajaste la puerta

pero ayer y hoy
pasaron cosas tan lindas
que me hubiese gustado que te rias de ellas conmigo
ser
tenue.
chapeau, mon amour
se van cayendo las astas,
se van quemando las heridas,
se cauterizan a sí mismas

chapeau, mon amour
que la luna está alta
y yo estoy sintiendo cómo me levanta
hasta que alcance
su punto cúlmine
y el mío

chapeau, mon amour
los árboles se mecen
el viento los acomoda, pero nunca se caen
casi que como nuestras piernas
aunque ellos sí vayan a morir de pie

chapeau,
en el medio de la calle
caminando así, sin mirar los autos
a las cinco de la mañana
con la bufanda toda enroscada
con un pucho al que le queda poco
preguntándome por el que viene

y chapeau, mon amour
porque todavía vos no venís
sobretodo vos

hay días, mi amor
que no es ni el tiempo
ni mi aburrimiento
ni mi dolor
tampoco es, claro
lo que sigo haciendo para vivir

hay días, mi amor
en los que a veces me pregunto
por qué ya no te escribo
o por qué escribo tan poco
días en los que creo que busco al eterno
que me pregunto si ya no lo he perdido

chapeau por los brindis y las caricias
por el invierno
por el vaso de alcohol que no te comparto
porque sé que a veces te sueño
cambiándote la cara por la de otro
cambiándote la piel

y cuando llega esta hora, me digo
que no sé a qué parte del día corresponde
que tampoco sé qué te debo
porque si bien te dibujé, y lo hice
en cada garabato posible

chapeau, mi amor: porque te creo
porque estás ahí
rompiendo el tránsito en la avenida
y seguramente un cacho de cielo
porque te acostás a leer
hasta que se te enredan las palabras
y te sacás los anteojos
para dormir solo

chapeau por el río
por todo lo que te amo sin amarte
por las orillas de la tierra
y por el agua que no nos sobra
porque cuando te lloro, mon amour
te lo hago sin remordimiento

porque sobretodas las cosas,
la cuántica, el gato
el amor de mi amor
chapeau porque me desprendo de la sien la galera
que en reverencia te entrego
para mostrarte que sigue vacía
que sigo vacía
hasta que llenes todo.