14.3.12

y yo empiezo
intentando definir la forma que nunca tendré
puesto que ser en otro
es una falacia teórica
casi tan indestructible como la idea de destino
pero vieja y deshilachada
persiste en lo que ser y estar es lo mismo
ergo, deseo

si todo colapsa por su propio peso
estar llamados a la tierra
lo que vas a odiar ahora
es el ajuste de ideas que te planté mientras dormías

nadie, y reitero
va a poder querernos
lejos de nosotros mismos
corridos del cuerpo

como si a las cinco de la mañana pudiera concebirse
la materialidad de dormir sobre tus huesos
porque los míos se están desintegrando, y

volver al mar
el fin último
que no es ni será el misticismo
la famelia del alma

habré de admitir
que extrañé donde me duele
tanto como vos extrañaste mi mano atravesándote la tráquea
pidiéndote que te consumas
lo que anhelo despida tu cuerpo.
el vestido que te querés poner
la paja que no te pensás hacer
pero tira

qué viaje más silencioso
el de construir en la arena
una casa vulnerable al viento

lo que la gravedad disponga me tiene
clavada contra el colchón
diciendo
quiero que me crucifiques ahí donde duele

porque te extraño
te pienso
te anhelo

en ese diminuto círculo embriagado
que jadea y se escurre,
se derrama

en un lugar al que nadie llega.
juro que llegué hasta anoche