24.8.11

20

cómo necesitaba

una mano con esto

un último trago de la botella, y
yo te llevo

las personas simétricas mienten menos, es decir: mirarte es ver siempre lo mismo

no quiero esperar
ni eso ni la falta de filtro

o la necesidad de inmiscuirme
en el medio de las personas

porque tengo
el despecho tan grande
como la fuerza de tus manos al traicionarme
como el recorrido de tu nariz

que no me marque
que no me hable
que no me coja.

19

el espesor de las cosas es voraz
te conté al oído media hora de suplicios
con toda la desesperanza del mundo, con
el resignarse por completo a una vida
de encerrarte con los huesos, de
reventarte y hacerte sangrar con
la más dulce de las caricias

yo no tengo paz
y no tengo nombre

no tengo ganas para absorber tanta sed junta

lo que es verdadero:
tu voz, tus ojos tan lejos, la erosión constante, tus labios, el río, tu queja incesante

y no iba a cambiar lo que no cambiamos nosotros:

fue el deseo irreverente de ser libres al costo de rompernos la cabeza.