28.8.11

24

entiendo los fósforos usados
con la cabeza rota
negra y sucia
el punto en el que la gravedad vence las olas
que el río en concordia crece y se devora
tu casa, la mía, la de todos
entiendo que la gente se quiere
por las mismas razones que utiliza para dejarse
y que en la guerra vale todo
excepto morirse sin haber peleado
entiendo las cicatrices, todas mías
que me hice peleando conmigo
peleando por vos
y por un nosotros que construí
ajustando cuentas con lo de antes
con el presente, con
el más allá
con el creer que puedo cambiar tanto
como para cambiarte a vos
como para quererte en serio
como para quererme a mí
pero no me pidas más
que entienda esto
ni que te entienda
porque la gente se lastima
todo lo que se quiere
y los dedos se te llenan de espinas
los ojos se te minan de esquirlas
y querés creer que vas a pararte porque
morir tirado
mordiendo el polvo
es una tentación para la carroña
pero sobretodo para el olvido
para lo que más le temo
sobre la vida y sobre la muerte
sobre el bien y el mal que arduamente construimos
es el olvido
es no haber dejado nada
en la cabeza de nadie
e inclusive menos en el pecho
es haber pasado
intrascendentalmente
por el partido sin haber jugado
sin haberse arrancado la camiseta
habiendo permitido
que tumbaran al hombre
y también a la idea.

24.8.11

20

cómo necesitaba

una mano con esto

un último trago de la botella, y
yo te llevo

las personas simétricas mienten menos, es decir: mirarte es ver siempre lo mismo

no quiero esperar
ni eso ni la falta de filtro

o la necesidad de inmiscuirme
en el medio de las personas

porque tengo
el despecho tan grande
como la fuerza de tus manos al traicionarme
como el recorrido de tu nariz

que no me marque
que no me hable
que no me coja.

19

el espesor de las cosas es voraz
te conté al oído media hora de suplicios
con toda la desesperanza del mundo, con
el resignarse por completo a una vida
de encerrarte con los huesos, de
reventarte y hacerte sangrar con
la más dulce de las caricias

yo no tengo paz
y no tengo nombre

no tengo ganas para absorber tanta sed junta

lo que es verdadero:
tu voz, tus ojos tan lejos, la erosión constante, tus labios, el río, tu queja incesante

y no iba a cambiar lo que no cambiamos nosotros:

fue el deseo irreverente de ser libres al costo de rompernos la cabeza.

23.8.11

18

en el momento en el que me volví volátil
nada de lo que podía decirte era más que humo
yo no sé si los dedos se traban porque
me congelan
o sos vos
ni por qué
trato de armarte y desarmarte de nuevo
como ese que le gusta a él

mirá, la verdad es que
tiene los dos ojos verdes
fuma marihuana y sabe bailar

te lo digo así, despacito
porque es difícil encontrar a alguien
que tenga uno de cada

y es difícil relamerse en agosto

pero ese día te dije (y ya hacen varios)

que febrero queda lejos
y que cada vez que abren la puerta del ascensor pierdo coronarias.

16.8.11

12

devolvió-me-la
soberanía de mi cuerpo
bésome
vos no lo hacías tan seguido

díjome
qué-te-parece-julieta-si:
(en condicional, para y qué)
dejamos de pelotudear un poco

y yo pensé
que eso es lo que le pasa cuando le das flores a nadie
o a alguien

se le seca la boca

setenta y cinco por ciento de nada
y un veinticinco de gracias

acariciándo-me la cabeza
y reitero

tengo en la lengua
otra lengua
y tengo en el pecho
otros dientes
tengo saliva que sabe
distinta
a la tuya
las uñas clavadas
cortas
tengo pelos y semen

tengo el vidrio empañado

los ojos encandilados
y a un tipo en el asiento de atrás
acariciándo-me los hombros
la cabeza pegada
y me duele adentro

me duele como cuando pasa el tiempo
y uno se desacostumbra

a que entre el agua por el frente
y encandile

tu cuerpo medio día.

14.8.11

10

concordia a ésta hora es una patada en el pecho
así como está, entregándose
a lo poco que calienta el sol en invierno
a la amargura de las 6 de la tarde
al hedor de mis huesos

deben ser mis huesos
cansados
de tanto pelear

no hubo momento en el que esto no fuera
una herida de guerra
te dije vencida
en el campo de batalla que es mi cama
en la que ya no duermo

ni dormiré

porque probablemente temía por esto, y esto existe
existe en el buenos días
en el llegar a casa, en el frío

en la carta en la que puse todas mis fuerzas para decirte
que ya nada puede cambiarme tanto
como lo que deja de existir

y es lo que hay

porque no vas a estar en ella
ni en la de al lado
ni en los cadáveres del piso

que me decían, con el correr de la semana
que yaciste
gemiste
acabaste
transpiraste
gritaste y lloraste
arriba mío.

9.8.11

5

no puedo seguir así,
y probablemente ya no siga
resistiendo el peso de mi cabeza
sobre las rodillas
intentando buscar la forma
de meterla en algún lado
similar a un agujero
en el que no cabe
para usar la famosa frase
porque es verdad
no sé dónde meterme

pero no me voy a ir
jamás me voy a ir
sin antes decirte
que lo intenté
lo intenté con todas mis fuerzas
inclusive en el silencio, lo intenté
y lo intento ahora
que no te digo esto, sino más bien lo escribo

lo intenté porque uno elige
casi todo

y yo elegí sostenerte la mano
decidí quedarme dormida
pero todo en lo que creí
y sentí cuando lo hice

creeme que me estaba eligiendo a mí.

8.8.11

4

los días me hicieron pensar
que en cada rincón al que me encimé
(estabas vos atrás mío)

como la última noche

(estabas vos atrás mío)

yo me excedo, campeón:
por algo no te prometí

- que cada vez que mirás por la ventanilla es Lanús
- que depende del lado en el que te acuestes (te duele menos, y estás verde)
- nunca te cortás las uñas

y que me quemás
en el estómago
en los labios
y en los dedos