18.8.09

miro alrededor (mi vida escrita por la vida de otro, fragmentos)

II


Me dijo lo siguiente; frente a una pintura en tonos azules y celestes, como una mancha negra en el medio, como un abismo en un mar; que tenía escrito debajo:

-Éste cuadro - muestra cuando me di cuenta lo débil que son mis relaciones: si no pude nunca crear una base firme sobre donde caminar y apoyar mis pies, no debí sorprenderme cuando se desvaneció todo debajo mío y me ahogué en mi mismo, ¿verdad? Eso me pasó y en ese momento me dí cuenta... lo valorable se conoce cuando se pierde, dicen por ahí...


IV


- Éste óleo - era un patio de escuela y un chico sentado solo en un banco, y abajo decía: "Odias las virtudes ficticias, porque sino lo haces, sucumbes ante ti mismo" - me hace acordar a mis maestras...

julieta

amo mi nombre
posado en tu boca
gesticulado por tu cuerpo
(tan tuyo y tan irresistible)
elegido por vos
para ser pronunciado
entre tantas palabras
mi nombre,
que requiere ser pensado
buscado en tu memoria
que supone un eléctrico viaje
por el hemisferio izquierdo
ergo la orden de ser emitido
ergo más y más electricidad
provocando la ruptura de esos labios
los separa
(es irremediable)
los obliga
y los somete
a cometer
el delito de abrir y cerrar
(como una tijera)
demanda
una erupción en tu garganta
la misma que me toma de imprevisto
que se anuda en mi pecho
que calma la lujuria de estos días
(no quiero bajarme)
entonces lo decís
y yo me voy al suelo
obnubilada
completamente satisfecha
y naturalmente insaciable
a buscar
que se reitere semejante artilugio
a subir y bajar
a que lo digas
(de nuevo)
y te claves en mí
como dagas creadas
especialmente para hundirse entre las costillas
de fantásticos personajes
en el libro de otro.

vespere

y la noche
errática
(a veces infame)
es ausencia
divino elixir
(y tentaciones baratas)
en un mareo momentáneo
o la permanencia de todo pasajero
tortuosa muerte
sumamente alienada
y naturalmente cosificada
por vivir de día,
por anhelar presencia,
por impugnar ocasos,
por no ver belleza en la penumbra,
por no entender
y no
saber
vivir.